Elecciones
tras elecciones, desde la creación del municipio Santo Domingo Norte en el año 2002, la clase política de esta demarcación lleva a las urnas más del 70% de los votantes que
viven en las empobrecidas comunidades de este lugar, aporte que no se corresponde
con la repartición del pastel del poder
a la hora de sus organizaciones llegar al Gobierno.
A
pesar de estar considerada como una de las demarcaciones más fervientes y de
mayor activismo político, sus principales dirigentes no han podido trascender
más allá de las fronteras municipales, quedando relegados a posiciones de poca
importancia e incidencia al momento de sus partidos asumir el poder.
El
regionalismo, la falta de incidencia en el debate nacional y la carencia de
perfiles dirigenciales, podrían mencionarse como algunos de los factores que
han contribuido con la exclusión de las principales figuras políticas de este municipio
de los estamentos principales del Estado.
Son
pocos los altos dirigentes de esta demarcación que se han preocupado y han
trabajado de forma estratégica en la búsqueda de asumir un liderazgo
nacional que les garantice espacios de poder a la hora de sus partidos asumir
las riendas de la nación.
A
pesar de que algunos son miembros y están posicionados en los altos orgasmos de
las distintas organizaciones que representan, ninguno ha podido vender un
perfil de alto dirigente ante el país.
Tampoco
nuestros “lideres” se han preocupado por tener incidencia en los temas
nacionales, manteniéndose al margen del debate nacional.
Esto lo
presenta ante la alta dirigencia de sus
respectivas organizaciones como simples instrumentos, no como piezas claves en
la conformación de una maquinaria electoral.
La
alta dirigencia política de aquí no se ha reflejado un perfil dirigencial que
les permita ser opciones a la hora de los mandatarios pensar en un Ministro de
Estado, un Director o un Administrador de una institución gubernamental con
incidencia Nacional.
Por Ramón Raposo (Periodista, director de Reclamos del Pueblo)
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