Página web especializada en arquitectura promueve proyecto de construcción “Casa – Museo de La Cofradía de los Congos de Villa Mella


SD NORTE.- Una página web especializada en arquitectura promueve lo que definen como “Casa – Museo de La Cofradía de los Congos de Villa Mella”, al tiempo que lo definen como un proyecto que está pensado como un lugar para el rescate y puesta en valor del patrimonio intangible que representa la Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella.

Aunque no revela quien  financiaría el proyecto, la pagina http://www.arquiteca.com define la obra como “un espacio para congregar, investigar, documentar y perpetuar las tradiciones”.

La revista dirigida por arquitecto Tommy Rodríguez presenta la conceptualización de este espacio prometido por el Ayuntamiento de Santo Domingo Norte y que el pasado se ha hablado de que podría ser auspiciado por la UNESCO, organismo que declaró a la Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella, como patrimonio intangible de la humanidad.

A continuación la Conceptualización del proyecto según http://www.arquiteca.com:

Lo existente

El lugar comunitario, el espacio en donde la tradición construye su inmanencia en base a su música y a la convivencia del día a día, se constituye en el lugar simbólico de la Cofradía del Espíritu Santo: su techo, protección y simbolismo, abierto e integrado al contexto familiar, formaliza el lugar convirtiéndolo en el espacio de encuentro que se extiende no tan solo a la escala de Mata de los Indios sino a escala nacional.  Es el escenario para la vida, trascendental, en donde los testimonios son el futuro previsible.

Tres elementos la estructuran: 1. Postes y cubierta [protección y símbolo]; 2. La integración [apertura, vínculo y visibilidad]; 3. Lo colectivo [el hecho de coexistir, de encontrarse y apoderarse].

Lo propuesto

La transmutación del espacio, su reinterpretación, primero como símbolo y luego como objeto en donde la cubierta se convierte con sus dobleces en el tema, en una relación dinámica con el contexto, dándole la cara y perfil a todo el conjunto: como el movimiento de la música, como una pareja en movimiento, con los brazos abiertos [protección y deseo al mismo tiempo] apropiarse sin tocarse.

La cubierta se eleva, al conjugarse con la luz se vuelve leve, desde arriba la luz baña la superficie del doblez denotando el lugar de los encuentros: sin centros, solo dobleces con la oportunidad de encontrarse.

La lectura simbólica de la pieza, su posicionamiento nos plantea su apoderamiento del territorio. Nada interrumpe el encuentro, la tierra, cuna de los ancestros, le dan el sostén y soporte que le dan la permanencia a lo colectivo. La continuidad del espacio, su articulación, su permeabilidad [su formalización] hacen del objeto una pieza simbólica que llama al encuentro [cuando comienzan a tocar, la gente viene]. Hace latente el encuentro, su ámbito hace que ella se extienda a múltiples escalas y acorte las distancias [espacio tiempo relativo: Villa Mella, Mata de los Indios, está más cerca] de ahí lo colectivo, su permanencia y su universalidad.

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