SD NORTE.- El oficial de la Policía asesinado
el viernes por desconocidos en Sabana Perdida, habría participado en el arresto de los dos
fiscales -supuestamente sorprendidos- mientras aceptaban soborno de un hombre
vinculado a una presunta red de narcotráfico, en San Pedro de Macorís.
La fiscal Ingrid Pamela Rijo, quien está a cargo del caso, dijo que
el teniente coronel Pedro de la Cruz fue el oficial actuante en la
operación y era testigo del proceso judicial que se sigue a los miembros del
Ministerio Público Solaine Vargas y Pedro García, por el referido hecho.
Cuestionada sobre el asesinato, Rijo dijo que esperan el resultado
de las indagatorias y que aún no tiene conocimiento si guarda o no relación con
el caso de los fiscales apresados.
Expresó que, hasta donde tiene entendido, el oficial De la Cruz
tuvo un buen accionar en los meses que estuvo de puesto en esa provincia.
Sin embargo, la policía
mantiene un patrullaje intenso en el sector Sabana Pérdida, donde se ven
unidades policiales poco comunes para estos barrios realizando redadas y
allanamientos en busca de los atacantes del oficial.
El
asesinato.
De la Cruz, quien
se desempeñaba como comandante de la Dirección Central
Antinarcóticos en San Pedro de Macorís, fue emboscado por dos desconocidos
abordo de una motocicleta, que le dispararon a la cabeza mientras éste conducía
su vehículo por la avenida Chales de Gaulle, Sabana Perdida.
De acuerdo con la Policía, testigos afirmaron que el hecho ocurrió
alrededor de las 7:30 de la noche, mientras el oficial viajaba en una
jeep BMW, gris, placa SAO254, por la referida avenida, donde fue
interceptado por sus atacantes.
De la Cruz fue trasladado al hospital Ney Arias Lora, donde
falleció pasada la medianoche. El oficial será enterrado a las 10:30 de la mañana
en el cementerio Jardín Memorial.
Hombre íntegro
Entre los asistentes al velatorio del teniente coronel estuvo el
senador por la provincia de Azua, Rafael Calderón, quién lo definió como una
persona íntegra y seria. “Era una persona totalmente honesta, con un sentido de
la responsabilidad poco común en cualquier institución y con méritos
suficientes para ostentar el rango que tenía.
Pasó bastante tiempo como comandante en San José de Ocoa y
luego pasó a dirigir una unidad antidrogas en La Romana, pero este hecho parece
que no tiene nada que ver con ese trabajo, sino que fueron asaltantes comunes”,
dijo Calderón.
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