SANTO
DOMINGO NORTE.- La declaratoria de estado de emergencia por parte del
Consejo de Regidores del Ayuntamiento Santo Domingo Norte, no es más que otra
excusa para que por un periodo de 35 días, el alcalde Francisco Fernández de
manera administrativa disponga a sus anchas del erario del referido cabildo.
Recordemos
que en agosto del año pasado al juramentarse Fernández como alcalde de la zona,
este se agenció una parecida declaratoria de emergencia por un periodo de tres
meses, argumentando al igual que hoy, que el municipio estaba lleno de basura y
que las enfermedades podían poner en riesgo la salud de los munícipes.
En
aquella ocasión Fernández usó tal resolución para contratar obras millonarias,
romper aceras, y disponer de medidas clientelitas a favor del entonces
precandidato Miguel Vargas Maldonado.
Aquella
vez fue Berico quien recogió la basura, y la inversión en el renglón que
provocó la declaratoria de emergencia no alcanzó un 30 por ciento.
Aun
así, los regidores conocedores y hasta denunciantes de esta práctica, por una
causa que el municipio desconoce, han legislado por una nueva declaración de
emergencia sin evaluar las causas por la que el municipio ha llegado ahí.
Según
hemos investigado, la sala Capitular refrendó hace apenas nueve meses el contrato
que la compañía recolectora de basura Berico había suscrito desde el año 2006
con este ayuntamiento, llevándolo hasta el año 2013.
Pero
ahora Fernández entiende, según ha trascendido, que esa compañía no cumple con
los requisitos que al parecer antes si cumplía.
El
ejecutivo suspende a la compañía por un periodo de 30 días, pero además impide la entrada al vertedero de Duquesa a los camiones
compactadores.
El
resultado todos lo conocemos.
El
municipio se atestó de basura, al parecer una emergencia que podía desencadenar
en un desastre de consecuencias graves para la salud de la gente amenazaba
explotar, y un paladín, justiciero y benévolo vendría a sálvanos de dicha catástrofe.
Ese
es el alcalde Francisco Fernández y sus amigotes de la empresa recolectora CTL que preside un tal Juan Polanco.
Y
así asaltaron el negocio de la recogida
de la basura, con la ayuda de 17 regidores, que por favores remunerados aprueban
lo que baje del despacho del síndico.
Nunca
nos ha interesado servir a intereses empresariales, para nosotros la compañía Berico
desde que fue contratada en la pasada administración de Jesús Feliz ha sido un
desastre, pero no somos tonto para no ver que intereses espurios están detrás de
la crisis de la recogida de la basura en Santo Domingo Norte.
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