SDN vulnerable ante las lluvias


Las lluvias de los últimos días han provocado grandes inundaciones en todo Santo Domingo Norte, ríos, cañadas,  calles y avenidas se mantienen anegadas mientras que peatones y choferes pasan todas suertes de calamidades al transitar por estos lugares.

En el caso de los ríos y cañadas estos arrastran consigo grandes cantidades de basuras, por lo que al congestionarse provocan inundaciones que han provocado el desalojo de comunidades como, La Barquita, La Javilla, Las colinas, Ponce, El Higüero y otras comunidades de La Victoria.

El gran problema lo constituyen las miles de personas que habitan en La Barquita de Sabana Pérdida, donde el rio Ozama suele desbordarse y arrasar con las vulnerables casuchas que de manera improvisada construyen indigentes y familias de escasos recursos. Estos moradores han pedido al gobierno y el Ayuntamiento local ir en su ayuda ya que están desprovistos de alimentos y han perdido sus ajuares del hogar.

En las principales calles y avenidas se observan grandes charcos,  acompañados del deterioro de las calles provocando grandes tapones y traumas a peatones y conductores.

Tal es el caso del nuevo paso a desnivel  ubicado entre las avenidas Hermanas Mirabal y Jacobo Magluta  el cual pese a haber sido inaugurado recientemente ya exhibe grandes hoyos y charcos de agua.
Lo mismo sucede en la avenida Hermanas Mirabal próximo a la parada Mama Tingó del Metro de Santo Domingo en Villa Mella,  donde los hoyos parecen cráteres dignos de los túneles del propio metro o alguna obra del ingeniero Diandino Peña.

Sin hablar de los barrios que recientemente fueron asfaltados por el  Ministerio de Obras Publicas en el plan nacional de asfalto, sucede que en la mayoría de estos no se pensó en el drenaje pluvial y ahora están anegada cual piscina olímpica o la romántica Venecia.

Las lluvias encuentran al municipio Santo Domingo Norte sumergido en el abandono que después de las pasadas elecciones congresuales y municipales,  el ayuntamiento y su alcalde Jesús Feliz han permitido. Al  punto que las avenidas están invadidas por improvisados vertederos enormes que incrementan el riesgo de enfermedades y aparición de ratas y otras alimañas nocivas a la salud humana.

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