Tres
candidatas a regidoras del Partido de la Liberación Dominicana, son muestra de
que en la política se puede competir sin
importar el género, condiciones económicas y sociales. Hablamos de Altagracia
Bautista (Adelita), Dioselina Román y la maestra ejemplar Juana Ramírez.
Altagracia
Bautista, mejor conocida como Adelita reside en la 28 de Villa Mella; es una
empleada del Ayuntamiento Santo Domingo Norte (ASDN) que con amor y dedicación
conquistó el corazón de todos los que visitaban el departamento de Juntas de Vecinos de ese
cabildo; tanto fue su asenso que sorprendió al municipio siendo la candidata
mas botada en la convención interna del PLD. Adelita no necesitó la cuota del
33 por ciento que por ley pertenece a las mujeres, pues con los 3,178 votos en
el proceso interno superó a todos, quedando numero uno.
Dioselina Román, segunda
más votada en el proceso interno peledeista con casi tres mil votos, es
encargada de Limpieza y Ornato del
Ayuntamiento Santo Domingo Norte; unos de los departamentos
más laboriosos y que mantiene un
contacto directo con las comunidades. Gracias a su arduo trabajo, se coloco en la
casilla numero dos, por lo que podemos contar con una mujer de experiencia como
regidora, que de seguro sabrá capitalizar sus conocimientos a favor de los
munícipes.
Juana Ivelice Ramírez, una maestra ejemplar con mas de
tres décadas de ejercicio, ¿quien que haya pasado por la escuela Otilia Peláez
de Sabana Perdida no recibió el pan de la enseñanza de esta veterana maestra?
Pero para Juana Ramírez el camino hacia su candidatura
fue un poco más tortuoso que en los demás casos, pese a ser la tercera mujer
mas votada en la convención del 28 de noviembre, y contar con el dato a su
favor de que Adelita había sido numero uno, poniéndola
esta situación como la segunda mujer para la cuota femenina, por lo cual debía
aparecer en la boleta en los números 7 o 8.
Un viacrucis comenzó a vivir la maestra cuando
en la composición de la boleta la barajaban en posiciones que difícilmente
podían ser ganables.
Llegaron
las depresiones de sus seguidores y amigos que entendían que una gran
injusticia se estaba cometiendo con esta líder comunitaria, conocida por un
buen corazón que ha puesto su colegio a disposición de la comunidad convirtiéndolo
en una escuela publica donde paga quien tiene y es gratuito para quienes no
pueden.
Un
recurso de amparo sometido por la candidata ante la Junta Central Electoral,
fue su salvación y final del calvario. La junta mediante resolución declaró
bueno y valido la solicitud de la de la maestra Juana Ramírez y ordenó
colocarla en la casilla 8 como cuota femenina.
Estas
tres mujeres ejemplares, que sin padrinos ni dinero; desde posiciones de
trabajo directas con la comunidad lograron el apoyo de las bases peledeistas, son
un vivo testimonio y paradigma de que en la política quedan gente decentes y
que las razón prevalece ante la
mediocridades partidarias. Demostrando que aun se puede tener aspiraciones ¡si
se puede!
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