Bartolito y pedro mota son dos hombres humildes del municipio Santo Domingo Norte.
La noche oscura y apagada por designio de alguna de las EDES; la carretera estrecha trémula por los hoyos que al internarnos en san Felipe de Villa Mella sacudían los vehículos en que nos trasladábamos. Nos dirigíamos a la casa de unos amigos donde el casi diputado Pedro Mota se disponía a dar el pésame por la muerte de un pariente de estos.
Al llegar nos encontramos en un ambiente totalmente campesino, comparado sin ninguna falta a cualquier pueblecito de cibao, ahí la noche tomó magia en aquel hermoso lugar arropado por la noche y mimado por las recién llegadas brisas navideñas.
En aquel ambiente apareció en las mismas que el próximo diputado, una leyenda viva de Villa Mella se trata de Batolito el mismo de los bravos del son, quien nos habló de manera extensa sobre su forma humilde y de la relación que no ha perdido con su gente y su pueblo, de la cultura del lugar, su historia, cultura y de una actividad llamada festival campesino que ya es una tradición que resalta durante toda una semana la cultura e historia de Villa Mella, con charlas, paneles de discusiones y por que no con la música que identifica la zona: los palos y el son, pero sin dejar el agradable sabor en la boca de unos chicharrones con guineitos verdes salcochados con mucho limón por si las moscas.
Nos habló de forma locuaz de de su pasado como circulista del PLD, de su manera sencilla, de cómo trata y se mantiene igual ante su gente a diferencia de otros con su estatus de artista afamado. De la historia de villa mella nos hablo largo y tendido, del modo de hablar “poruse” en esta región, todos les mirábamos y escuchábamos sus historias verosímiles pero con aire de leyenda.
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